viernes, 4 de diciembre de 2009

La evolución de lo inverosímil

La vegetación es parte de la realidad de cada individuo, y está estrechamente vinculado a una de nuestras necesidades básicas, como es respirar, pero clara está, la falta de conciencia sobre ello, con un ejemplo tan lamentable, como lo es, el calentamiento global.
Las orquídeas conforman así, la familia más extensa del reino vegetal. Con alrededor de 30.000 especies divididas en unos 1800 géneros distribuidos por todo el mundo. Esta descomunal diversidad se debe a la capacidad que tiene para fecundar a otra de su especie, producto de esa unión surge un nuevo ejemplar hibrido, que compartirá las características de sus progenitores.
La orquídea es hermafrodita y tiene un sistema de reproducción propio y muy evolucionado.
Es la única flor que tiene aparato reproductor femenino (pistilo) fundido con el masculino (estambre), en una sola estructura llamada ginostemo. Así las Orquídeas representan el grado más alto en la evolución del reino vegetal.
La Orquídea como símbolo representativo de la evolución, fusionada y en analogía con el ser humano, ya que el ser humano como ser pensante es quizás el más involucionado por la falta de conciencia con su entorno natural.

Citas:

“Cada orquídea se parece a un determinado insecto, así que el insecto se siente atraído por esa flor, su doble, su alma gemela, y no hay un anhelo mayor para él que hacerle el amor. Cuando el insecto se aleja, divisa otra flor alma gemela y le hace el amor, pero, ¿como van a saber ellos que gracias a su danza el mundo sigue girando? Y así es, por el simple hecho de hacer lo que están llamados a hacer ocurra algo grande y magnífico. En ese sentido nos enseñan a vivir, nos enseñan que el único barómetro que tenemos es el corazón, que, cuando descubres tu flor, no puedes dejar que nada te aparte de ella”

ORLEAN Susan, El ladrón de orquídeas, Editorial Anagrama.Barcelona.2001.


Referencias: La fecundación de las Orquídeas, Charles Darwin

Charles Robert Darwin (1809-1882) publicó en 1859 el libro científico más leído de su siglo y seguramente de todos los tiempos, El origen de las especies. Es su obra cumbre y uno de los libros que más influencia ha tenido en la humanidad. Pero la andadura científica de Darwin había comenzado veinte años antes (con El viaje del Beagle, en 1839) y continuó otros veinte más (hasta La formación del suelo vegetal, en 1881). La fecundación de las orquídeas (el título completo de la primera edición es: Los varios ingenios mediante los cuales las orquídeas británicas y foráneas son fecundadas por insectos) fue publicado en Londres en 1862. Una segunda edición revisada, sobre la que se ha realizado la presente traducción, apareció en 1877.

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